martes, 9 de agosto de 2011

Besando La Luna

Me mordio loa labios hasta hacerlos sangrar, me tomo de la cintura y me levanto hasta ponerme arriba de la mesa.

-Querido jefe-jadee sin siquiera poder completar la frase.

-Callad- me sentenció entre beso y beso.

Desato expertamente los botones de mi blanca camisa de algodón fina, logró romper la camisa en las partes mas gastadas por suerte hoy no había traído la camisa que compre en Europa cuando viajamos a una junta con una empresa de allá.

-Solo Dios sabe cuando te extrañe-besó mi hombro y luego se abalanzo sobre mi es una carisimo escritorio de caoba con acabados españoles.

-No metas a Dios en Esto-metió su palma entre mis muslos y buscó desesperadamente el ziper de mi extremadamente corta falda negra.

A la par yo desabrochaba  con menos experiencia  que el los botones de su camisa negra.
Diablos se podía ser tan sexy es tan vida y ser humano a la  vez.

Solo se escucho como caían los miles de porta-retratos del escritorio, uno a uno, los habíamos cambiado todo por unos de mica de plástico la ultima vez tuvimos que inventar que no me fije y los tire todo por accidente con unos papeles, después de la cara de incrédula de la empleada accedió a limpiar todo y poner las fotos en otros marcos. Después de todo que podía ser una empleada, una sirvienta nada mas, que podía hacer  acusarme con la hermana de Peter.

-Peter-bramé ansiosa.

.-Calma-me quitó las bragas con una rapidez sorprendente. Al mismo tiempo yo le quitaba su pantalón de levice italiano.

No supe exactamente hacia donde salio volando el pantalón probablemente cayó al suelo al igual que el resto de la ropa, y mi tristeza.

-No te detengas-sus ojos verdes me tenían atrapada bien me pudo haber pedido que me aventara del segundo piso y lo hubiera hecho.

Su pecho era tan perfecto cincelado por Ángeles mismo, tal vez sus hermanos. Tenía el teléfono abajo de mis glúteos y cuando sonó hizo que soltara una gran maldición.

-¡Rayos!- le tomé de las manos para intentar que no contestara pero solo las beso y se deshizo de ella como si fueran de sopa.

-Peter Ferreira, ¿Que pasa?-se posó abajo de mi con un movimiento suave pero rápido.

-Si, claro, esta Bien-le empecé a besar el cuello mientras el con la mano libre me tomaba la cadera.

-Voy enseguida-Colgó y busco su corbata por todo el suelo hasta que la encontró en una silla

-Vístete y Vámonos-

-¿A dónde?- se olvidaba que me había roto la camisa.

-Tenemos una junta en East Company en una hora-tomó las llaves del coche y me hizo señas de que me apurara.

-Pero mira como estoy, no puedo ir así- tomé la camisa y se la aventé y con gran movimiento la tomó

-Tu casa queda muy lejos, así que si quieres podemos ir al Departamento y allá te cambias-

El departamento era eso, un depa que tensamos los dos para hacer,terminar o empezar lo que no se hacia en lo oficina, como ahorita, como pasábamos gran parte del tiempo ahí, procuramos tener mas de un cambio por si nos atrapaba la noche.

-Me parece Genial-le di apenas un roce en los labios y deje escapar una sonrisa por demás juguetona.


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Que les parece,, sorry pero la Navidad me absorvio por completo y estoy castigada asi que si no publico mucho...no se sorprendan


Las Historias Del Estante